Luego de seis años de ausencia, Esteban regresa a La Tigra, un pequeño pueblo del Chaco. Va a hablar con su padre sobre “algo de Buenos Aires”. Pero su padre está de viaje. Esteban se queda en la casa de su tía y conoce a la nueva familia de su papá. También retoma el contacto con Vero, una amiga de la infancia que se ha transformado en una chica hermosa, simpática, divina, tomadora de tereré y con novio. Un lindo novio. Y sí, tan fácil no iban a ser las cosas para Esteban, ¿no?
La trama va tejiendo las relaciones de Esteban con el resto del pueblo. Los conoce, se reconoce, deja marcas en algunos. Es un proceso sutil, a veces divertido, a veces no. Es una película, como dijeron sus mismos directores, “chiquita”.
Ahora, lo que esperaban:
10 razones para ver La Tigra, Chaco
1) La historia es sencilla, pero lo que sucede en los corazones de los personajes dista de ser unidimensional. Me gustan mucho las películas que parecen llanas a simple vista, pero que en realidad están repletas de accidentes geográficos.
2) Tiene la Primera de las Dos Grandes Emociones del Cine: “Que la bese”. Que la bese. Por favor que la bese. ¡Besala ya, tarado! ¡Ahora, ahora es el momento! ¡Por Dios, que la bese ya! ¿Qué estás esperando, nabo? ¡Que la bese!
La Segunda Gran Emoción del Cine es: “¡Corré!” Corré. Corré, por favor. ¡Por Dios que te alcanza! ¡Más rápido! ¡El dinosaurio/terminator/zombie te alcanza! ¡Corré! Pero bueno, en La Tigra, Chaco no está, sería muy desubicado. Es más, tengo la teoría de que si una misma película tiene las Dos Grandes Emociones del Cine, existe un 89,4 % de probabilidades de que la misma sea muy mala.
3) En el triángulo amoroso, es muy probable que simpatices más con el novio de la chica que con el pretendiente (o sea, el protagonista de la peli). El novio en cuestión , además de ser el hijo del carnicero del pueblo, que trabaja con su papá y es fachero, ¡canta en una banda de rock! A ver: es difícil competir con un hombre que siempre te proveerá de carne, caramba. Y encima, músico. Cuando una es adolescente, un músico medio roñoso es lo más. No digan que no porque no les creo.
4) La tía del protagonista es una viejita encantadora. Parece distraída, pero la tiene clarísima. Su personaje sería algo así como el Compendio de “Todas las Abuelas Cancheras y Adorables”.
5) La dirección de actores es sin duda uno de los puntos fuertes de la película. El héroe y su enamorada son actores profesionales. Pero la viejita de la que les hablaba, por ejemplo, no sólo no es actriz profesional, sino que jamás había actuado en su vida. Y les aseguro que se la van a querer comer con dulce de leche.
6) Otro de los puntos fuertes es la química entre Ezequiel Tronconi y Guadalupe Docampo (Esteban y Vero, o Héroe y Enamorada). Tienen escenas de levante fabulosas. En una de las primeras el pibe apela a todos, pero todos los clichés que ya conocés. El resultado podría ser patético, pero termina siendo muy gracioso.
7) El protagonista conoce a su hermano menor, un adolescente de unos once o doce años. Es el hijo del segundo matrimonio de su papá. Cuestión que los hermanos hacen muy buenas migas. Las escenas de ellos dos juntos son conmovedoras de una forma sutil. Todos, pero todos los que tengan un hermanito están obligados a ver este film. Les va a encantar.
8) Me ponen nerviosa las películas/programas/series que tratan a la gente del interior como si fuera lenta o directamente estúpida. No quiero dar nombres. Así que sólo diré que una de las virtudes de La Tigra es no subestimar a sus personajes, todos del Chaco (salvo el protagonista, que en realidad sí es del Chaco, pero está aporteñado).
9) (Una razón no cinematográfica) La dan en el MALBA. Al menos una vez tienen que ir por allí, chicas. El museo tiene importantes obras de arte latinoamericano, y el edificio es una expresión artística en sí mismo. El bar está en un jardín muy lindo, tienen una carta de té paquetísima y te sirven mini brownies y cascaritas de naranja con el café. Es caro, pero la entrada al cine es económica y compensa. Es ideal para ir con una amiga o con Ese Chico Intelectual al que hace tiempo estás tratando de impresionar.
10) Dura lo que tiene que durar: unos 80 minutos. Y termina cuando tiene que terminar. A ver si me explico. Antes, allá por los cincuenta, las películas duraban eso. Una hora y media, y pará de contar. Después empezaron a aparecer películas de dos horas. Dos horas y media. Tres horas. ¡Tres horas! ¡La única película autorizada a durar tres horas es Los Siete Samurais! ¡¿Qué es eso de hacer durar tres horas una peli para mostrar más efectos?! ¡¿O un plano de siete minutos de un árbol de moras meciéndose al viento?!
Una película no tiene porqué aburrir. La Tigra, Chaco es pausada y tranquila como el pueblo en que transcurre, pero es imposible aburrirse viéndola. Todo lo que se cuenta tiene su lugar, su importancia, tiene sentido. Nada sobra, pero tampoco falta. Y eso, a mi entender, es signo de elegancia.
Vi superproducciones repletas de escenas de acción, de romance, de suspenso, y me aburrí como una ostra. Bastardos sin Gloria, sin ir más lejos, me hizo cabecear en el cine (nada que ver, lo sé, pero quería quejarme de esa película).
http://www.victoriarolanda.com.ar/2010/01/10-razones-para-ver-la-tigra-chaco.html